Aritzakun, el valle solitario de la Navarra de fronteras |
![]() SON CASI GEMELOS, O CUANDO MENOS SON HERMANOS LOS DOS VALLES MÁS APARTADOS DE NAVARRA, TANTO QUE SUS REGATAS DESAGUAN EN EL NORTE Y SUS HORIZONTES SÓLO SON MONTAÑAS. SON ARITZAKUN Y URRITZATE Y SU CARÁCTER DE LEJANÍA Y AISLAMIENTO HA POSIBILITADO UNA CONSERVACIÓN EXCEPCIONAL DE SUS VALORES ECOLÓGICOS. |
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TEXTO Y FOTOS: SANTIAGO YANIZ ARAMENDIA |
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Su corazón late en el norte del Baztan y las aguas de ambos cauces alimentan al río Errobi. Ese es precisamente el camino más natural para acercarse a Aritzakun: el que siguen sus aguas, recorrido en sentido inverso. Bidarrai, allí sobre las orillas del Errobi, es el punto de partida. Habrá que cruzar al pie del pueblo el puente sobre el Errobi y proseguir a la derecha la ruta que se encamina hacia el Puente del Diablo. Allí la regata pasa entre angosturas excavadas a la roca y se estremece en murmullos en el mismo lugar donde las leyendas cuentan que fue el diablo a arrojarse, desesperado por ser incapaz de aprender la lengua de los vascos. Más allá la ruta se bifurca y entonces hay que tomar el ramal izquierdo que trepa impenitente mirando al cielo, enfrentándose al horizonte de las peñas de Itsusi. Lo hace un rato, porque luego, tras rebasar el caserío Turtxileria, se desploma en busca de la regata de Aritzakun. Más vale no llevar el vehículo hasta sus orillas porque el espacio para estacionar es muy limitado y el tránsito por el barranco sólo está autorizado a sus vecinos. Bajando a pie hasta el puente de madera que sobre el arroyo de Urritzate comunica ambas orillas cruzamos río y frontera, de Lapurdi a Nafarroa. Y al otro lado seguimos el único camino que transita monte arriba, pasando al pie de la vetusta casa de Sumusuko Borda. Sobre nosotros están los escarpes de Alkatxuri, también los de Zelaiburu y las Peñas de Itsusi, Lizartzu e Iguzkimendi, habitadas por los buitres y desde las que se descuelgan bellas cascadas. La pista recorre el valle en uno de los paisajes más solitarios del territorio; entre peñas, cruzando bosques ejemplares y salvajes, acompañando arroyos y saltos tapizados de musgos. Las manchas de robledales son dignas de contemplación, no en vano el topónimo Aritzakun es una derivación de los términos euskéricos aritz y gun, zona de robles. También los castaños tienen allí un refugio muy particular; la administraciónNavarra cuidamásde ocho mil ejemplares de castaños,numeradosuno a uno, clones de una variedad resistente a las enfermedades que acabaron en el siglo pasado con lamayor parte de los castaños vascos. La pista llega después a la aldea de Zelaia, donde aún permanece en pie su miniescuela y un viejo frontón en el que se jugó por primera vez a la pelota hace más de un siglo. La pista lleva hasta el collado de Itzulegi, pero antes pasará por las cercanías deUrreputzu, al pie de los restos y escombreras de las minas donde se dice que los romanos trabajaron para extraer oro. Aritzakun es un valle solitario, casi salvaje habitado aún por unas muy pocas familias. Sus parajes sobresalientes esperan todavía a los caminantes. |
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